Un tema muy latente en la actualidad es la, cada vez más presente, obesidad infantil. Las cifras de niños y niñas que padecen algún tipo de obesidad infantil se han triplicado en la última década, ya que uno de cada cuatro niños tiene exceso de peso, y ahora bien, podemos preguntarnos ¿cuál es la principal causa de este hecho?
En muchos casos se puede deber a la ausencia de una dieta equilibrada o incluso de una posible carga genética, pero ¿y los videojuegos? ¿No son estos los acompañantes de los niños y niñas en un alto porcentaje de horas a lo largo del día? ¿Contribuyen las horas en el sofá jugando con la consola al incremento de la obesidad infantil?
Es cierto que la no presencia de una dieta equilibrada puede ocasionar problemas de este tipo, pero si a dicha ausencia le añadimos un escaso ejercicio físico y un plus de horas sentados jugando a los videojuegos, la cosa se complica.
Cada vez son más niños los que rechazan los juegos de patio, los tradicionales como el pilla-pilla o el escondite, siendo más populares y elegidos entre éstos, todos aquellos modos de jugar relacionados con las nuevas tecnologías, que a su vez son más sedentarios.
Uno de los factores que propician la utilización de estos aparatos, puede ser el incremento de la inseguridad por parte de los propios padres y madres a la hora de dejar jugar a sus hijos e hijas en la calla, ya que hoy en día los más pequeños corren un mayor peligro en las vías públicas, por lo que los padres prefieren tenerlos entretenidos en casa antes de que estén en la calles expuestos a muchos de estos peligros. A esto, hay que sumarle lo estético y llamativo, ya que para los niños y niñas son mucho más atractivos los juegos interactivos que los convencionales, por lo que captan mucho más su atención haciendo de ellos sus juegos preferidos.
Ahora bien, debido a que la obesidad infantil ya está presente en nuestro entorno, lo importante es mentalizar tanto a padres y madres como a los propios niños y niñas de que la práctica de estos juegos sedentarios debe disminuir o alternarse con juegos que requieran un ejercicio físico. Y esto debe llevarse a cabo desde la escuela y el ámbito familiar, ya que los juegos de recreos son los principales que promueven e incitan al niño a realizar deporte, a interesarse por él.
Y para concluir, me gustaría lanzar una pregunta más, ¿se está adaptando el mercado del videojuego a esta situación con la creación de videojuegos que exigen movimiento del jugador, como por ejemplo es el caso de la wii? Está claro, que dentro de este gran problema, como es el caso de la demasiada presencia del uso de los videojuegos, este alternativa puede ser una buena solución o al menos, el principio.
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